El otorrinolaringólogo cartagenero, pionero en novísimos implantes auditivos, sugiere reformas en la sanidad pública para facilitar la formación de profesionales
26.11.11 - 00:38 -
GINÉS CONESA |
QUIÉN ES
Nombre: Félix Díaz Caparrós.
Lugar y año de nacimiento: Cartagena, 1967.
Profesión: Médico otorrinolaringólogo.
Estado civil: Casado con Ana Laura Trasante. Cuatro hijos.
Aspiraciones: «Ser una persona completa».
Aficiones: Viajar, Naturaleza y deporte.
Le agrada: La sinceridad. «Las personas con la cabeza llena, que tienen empatía y que saben comunicar».
Le disgusta: La incompetencia y la vanidad. «Me molestan la mentira y la gente que se disfraza todos los días».
Idiomas: Inglés.
Creencias: Agnóstico. «Sé que existe algo que no somos capaces de entender. Tengo un gran respeto por las religiones, pero no por la ignorancia tan supina que nos desborda».
Breve historial: .Hijo de militar, durante todo el Bachiller tenía asumido que seguiría los pasos de su padre. Pero fue su propio progenitor quien le liberó del compromiso. Se decidió por la Medicina, aprobó el MIR a la primera y no ha parado de asistir a cursos, congresos, conferencias e investigar (se doctoró 'cum laude' con una tesis sobre el buceo), dar docencia (profesor asociado de la Universidad de Murcia, y en el Centro de Buceo de la Armada) y trabaja en tres hospitales (Santa Lucía, La Vega Y Mesa del Castillo) y en su clínica, que es su mayor ilusión ya que nació de la nada y ahora es un referente en muchos campos como los implantes de oído, la coblación, la patología del buceo, vértigo y equilibrio, trastornos de la voz, del ronquido, problemas estéticos de nariz y oído y hasta tratamientos para dar a la piel un aspecto más joven. Por todo ello se considera una persona con mucha suerte: «Tengo una familia maravillosa, empezando por mi mujer, que es el pilar de mi vida, mis hijos, mis hermanos, mis padres, a los que les debo todo, mis suegros y, además, no me caben los amigos». Cree que en la sociedad española hay una falta de valores enorme. «Todo el mundo quiere conseguir objetivos materiales, pensando que les van a proporcionar la felicidad. No hay respeto por el prójimo. Quieren derechos sin obligaciones. El esfuerzo murió».
«Hoy no hay excusa para decirle a un paciente que no podrá oír nunca»
Pionero en la Región de Murcia en modernos implantes para recuperar el oído y reconocido como médico de referencia para aplicar la tecnología de coblación (una técnica que combina energía de alta frecuencia y soluciones salinas para remover tejidos blandos de forma mínimamente invasiva, que él emplea para operar de anginas) la trayectoria vital del otorrinolaringólogo Félix Díaz Caparrós no se ha caracterizado por ser súbdito de la sociedad del consumo y del entretenimiento que sigue engulléndonos, a pesar de la crisis económica. Muy al contrario, en vez de mirar hacia fuera escuchó sus voces internas, desoyó las que le hablaban de comodidad o de miedo, es decir ordenó su interior, y se puso a la tarea. El resultado es la personificación de un profesional inquieto, que no se conforma con ser testigo pasivo. Adjunto al área de Otorrinolaringología en el Hospital Universitario de Santa Lucía, Félix Díaz desea que la Sanidad Pública también se ocupe de la formación de sus facultativos.
-¿Mediante ayuda económica?
-No tiene porqué ser económica, pero sí en días que permitieran estudiar e investigar. Mi actividad en el hospital casi se ha convertido solo en consulta y quirófano. No tienes tiempo para dedicarlo a la formación.
-No parece ser su caso, pionero en implantes de avanzadas técnicas.
-El médico que tiene inquietud casi tiene que costearse su formación, aprovechando vacaciones y pagándose los cursos que merecen la pena. La Sanidad Pública -a la cual yo defiendo rotundamente- tiene que cambiar en varios aspectos y uno de ellos es la evaluación de sus profesionales. Es importantísimo: el médico que tiene una plaza en propiedad tiene que ser evaluado. Ya se hace en muchos países.
-¿Una especie de evaluación continua?
-Continua, sí. ¿Para qué? Para saber en qué se forma, qué investiga, cuáles son los resultados que obtiene. No sería lógico que estuviera operando siempre de la misma manera sin evolucionar en técnicas.
-Tal vez la estructura sanitaria pública sea demasiado funcionarial.
-El concepto de Medicina actual, desde mi punto de vista, está completamente equivocado. La Medicina se ha convertido en la superespecialización del médico y en tratar al paciente por partes. El futuro de la Medicina será la prevención, sin lugar a dudas. Pero al paciente hay que tratarlo de forma globalizada. No puede ser que tengas un problema de retina, por ejemplo, te den cita para no sé cuándo (las listas de espera son enormes) y a lo mejor el problema de la retina es diabético. Hay que ver el conjunto de su patología.
-El que hace esa función es el médico de cabecera ¿no?
-El médico de cabecera y el de Medicina Interna a nivel de hospital son, digamos, los encargados de ver un poquito global al paciente, pero el resto se ha perdido. Está muy compartimentada la asistencia médica.
-¿Y qué solución le ve?
-Soy partidario de la evaluación continua y de la motivación económica del profesional.
-¿Más gasto ahora que están recortando?
-Habría que hacer ajustes. En vez de que la Medicina pública sea siempre deficitaria, se podía utilizar sus recursos, como se hace en Francia, para tratar pacientes de compañías privadas y con ese dinero hacer más rentable, pero tiene que cambiar el concepto de asistencia. De hecho una de las cosas más bonitas que hay en la Medicina y que hoy día se ha perdido era que los médicos de 50, el ojo clínico. Muchísimas enfermedades se diagnosticaban sin necesidad de ninguna prueba, viendo solo al paciente, la piel, el oído, la vista&hellip.. Ahora van directamente a la prueba. Un escáner, una analítica, una resonancia y nadie te pregunta si los escáner que has pedido están justificados o no.
[Habla de forma pausada y con cierta entonación docente. Todo parece tenerlo planificado, pero no por motivos que tengan que ver con la seguridad de la rutina, sino por método y, en cuanto a su permanente objetivo de 'estar al día' no le importa convivir con la incertidumbre: entrena los músculos de la confianza y de la decisión para acometer nuevas metas. Fue precisamente el músculo del coraje el que le condujo a entrar en contacto con las firmas especializadas en novísimos implantes auditivos que él fue el primero en aplicar en la Región de Murcia.]
-¿Qué investiga en la actualidad?
-Estoy dirigiendo un máster a una fisioterapeuta alemana que está haciendo un estudio del ruido del oído (acufenos) relacionado con la osteopatía craneal, estudiamos también las causas de las hipoacusias bruscas, las personas que de golpe dejan de oír por un oído.
-¿Ya tienen algún resultado?
-De momento el estudio aporta que el estrés es un factor fundamental para estas hipoacusias bruscas, que ahora mismo es una incidencia muy grande en la sociedad.
[Lleva otra línea de estudio: un tratamiento muy novedoso, surgido en Alemania, aplicable a los pacientes que tienen problemas de ventilación del oído. «Hasta ahora no se podía mucho más que abrir el tímpano y colocar un tubito, ahora ha tenemos el balón Bielefeld». Es un tratamiento de dolencias auditivas mediante ventilación y el doctor Díaz es uno de los otorrinos españoles y el único de la Región de Murcia que lo está aplicando.]
-¿Qué le motiva?
-El paciente. No conformarse con que llegue un paciente que diga que tiene ruidos en el oído y responderle que eso es para toda la vida y enviarlo a que se compre un audífono. El médico debe ser honrado con el enfermo y estar formado para poder darle esperanza de que se cure, sin engañarlo, claro. De cara al futuro los implantes son una solución pasajera y sé que dentro de equis años todo se curará con terapia genética, con células madre. Pero mientras eso llega, también es verdad que hoy ya no hay excusa para decirle a una persona que no puede oír nunca.
Fuente: http://www.laverdad.es/murcia/v/20111126/region/medico-deberia-estar-obligado-20111126.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario