lunes, 7 de diciembre de 2009

Tumores de la base del cráneo: ¿cómo se tratan?


Los especialistas subrayan la importancia de que el proceso quirúrgico cuente con los conocimientos combinados de un neurocirujano y un otorrinolaringólogo.

Los neurinomas del acústico son tumores que se encuentran en el área del cerebro donde el nervio auditivo (del oído) ingresa en la abertura ósea del cráneo, ubicada entre el cerebro y el oído interno. Se originan en el nervio involucrado en el equilibrio, razón por la cual uno de los primeros síntomas de esta patología es la sensación de mareo.

“No obstante, su desarrollo también suele ir acompañado de la disminución progresiva de la audición, perceptible sobre todo al hablar por teléfono, y también por la aparición de zumbidos en ambos oídos. Si bien al momento del diagnóstico la mayoría de los pacientes presentan estos signos, dado que los tumores ejercen presión sobre los nervios craneales quinto, séptimo e inferiores, también puede ser que se perciba adormecimiento, debilidad facial, modificaciones en el sentido del gusto, dificultades en la deglución y ronquera”, explicó el Dr. Roberto De Rosa, jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Austral (HUA), quien para la atención de estos pacientes se desempeña en forma multidisciplinaria junto con el Dr. Horacio Murga, integrante del staff de Otorrinolaringología de la misma institución.

“Un aspecto positivo de esta patología es que su abordaje rara vez es urgente, con lo cual los especialistas podemos recomendar a los pacientes la opción de someterse al tratamiento quirúrgico en donde se realicen en forma multidisciplinaria, con equipos conformados por neurocirujanos y otorrinolaringólogos. En el Hospital Austral, todas las instancias del proceso –el diagnóstico preoperatorio, la cirugía y el seguimiento postoperatorio–, se llevan adelante de esa forma”, agregó el Dr. De Rosa.

Diagnóstico y posibilidades de tratamiento
Una vez que el paciente consulta por los síntomas al otorrinolaringólogo o al neurocirujano, los especialistas cuentan con diversas herramientas para llegar a un buen diagnóstico. En la primera instancia se ubican la audiometría y la logoaudiometría. “Ambas son pruebas de audición que permiten detectar la pérdida de tonos altos. Pero además, se pueden complementar con otra prueba, la de discriminación del habla, que puede determinar también la función auditiva”, detalló el Dr. Murga.

“Luego, contamos con la Resonancia Magnética Nuclear (RMN) de cerebro que es el estudio ‘preferido’, pues muestra de la mejor forma el tamaño, la forma y la relación del tumor con estructuras anatómicas importantes del cerebro como el tronco cerebral, el cerebelo, las cavidades ventriculares, las arterias, las venas cerebrales y los nervios craneales. Finalmente, gracias a la Tomografía Computarizada (TAC) podremos conocer información referente a las estructuras óseas del hueso temporal que rodean al tumor”, añadió el Dr. De Rosa.

Tomando en cuenta estas imágenes, los tumores se clasifican de acuerdo a su localización y tamaño, parámetros que serán tenidos en cuenta para determinar el curso a seguir. “El tratamiento puede ser conservador, quirúrgico o de terapia radiante. Para optar por uno, es necesario considerar no sólo las características del tumor sino también la edad y la condición clínica del paciente. En muchos casos, los neurinomas son seguidos mediante estudios seriados de RMN para ver la evolución. Si son pequeños, sin síntomas y estables, la ausencia de tratamiento es una posibilidad. En todos estos casos se requiere un estricto seguimiento clínico, radiológico y audiológico, ya que un alto porcentaje de neurinomas del acústico no tratados pueden crecer.

Los tumores grandes y con presión sobre el tronco del encéfalo generalmente requieren una extirpación quirúrgica. Finalmente, la radioterapia suele estar reservada para la tercera edad o para los pacientes con enfermedades médicas graves asociadas”, refiere el neurocirujano. “La cirugía es el tratamiento de elección de los neurinomas del acústico y el paciente tiene mayores posibilidades de curación si la resección total es posible”, concluyen los especialistas.
En el HUA el Servicio de Neurocirugía realiza aproximadamente más de 300 procedimientos anuales de neurocirugía de adultos y niños.
Fecha: 13/10/2009
Fuente: Hospital universitario Austral

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