Por URSULA MORENO
«¿Duerme usted mal? ¿Se despierta en medio de la noche, bañado en sudor? ¿Tiene los nervios a flor de piel? ¿Oye también usted el zumbido? Si es así, quizá esté entre aquellas personas, con una capacidad auditiva suficiente para percibir el zumbido de baja frecuencia, que muchos otros no pueden oír.»
No, no es pitorreo. Así comienza una de las páginas web que quieren poner en contacto a las personas aquejadas de un mal que divide Alemania desde hace meses.
Entre aquellas personas que se lo toman a chufla porque consideran que se trata de una histeria colectiva por supuesto que no oyen el zumbido y las que sufren este mal en sus propios oídos o, indirectamente, a través de sus allegados y viven en un duermevela continuo.
El zumbido, que los afectados describen como el ruido que hace el motor de un viejo frigorífico, se escucha en varias zonas del país y ya han salido a darle caza. El Ministerio de Medio Ambiente, ante la avalancha de quejas recibidas, no puede tachar de locos a la mitad de la población.
Así que ha mandado especialistas, pertrechados con aparatos de medición ultrasensibles, a ver quién es capaz de registrar lo que aquí llaman el brummen. Y ya han cosechado los primeros éxitos.
En Hamburgo se registró una noche un ruido de muy baja frecuencia cuyo origen se desconoce.
Los afectados unen sus fuerzas ante el enemigo común. Se sienten incomprendidos y comparten su experiencia en el ciberespacio, intercambian trucos y consejos. Iris Luchs, por ejemplo, dice que le tranquiliza muchísimo no saberse sola ante el ruido agresor.«Y aunque sé que probablemente no pueda apagarlo jamás, si es que alguna vez descubro de dónde proviene, intento ignorarlo con todas mis fuerzas».
De poco sirven los tapones de cera, ni desconectar todos los aparatos eléctricos de la casa. El ruido, cuya intensidad varía, les persigue sobre todo durante la noche.
Es especialmente molesto entre las dos y las cuatro y media de la mañana. Dentro de la misma casa y familia, puede que sólo lo oiga una persona. Pero la amenaza es seria: el zumbido nocturno no sólo es el causante de esta epidemia de insomnios, sino que además quita el apetito, provoca todo tipo de trastornos físicos y está sumiendo a mucha gente en una verdadera depresión.
¿Cuáles pueden ser las causas? Los científicos que han decidido tomar en serio el pitido barajan las hipótesis más variopintas.Desde las tormentas magnéticas, pasando por las antenas de los móviles, las centrales nucleares o los cables de alta tensión y hasta los electrodomésticos. Los más escépticos, sin embargo, dicen que todo es producto del «contagio psicológico», que cuando uno se esfuerza en oír un pitido, acaba oyéndolo. Lo cierto es que miles de personas en Alemania sufren y padecen trastornos desde hace meses provocados por algo que sólo ellos oyen.
fuente. El Mundo.es/
Viernes 14 de septiembre.
Funete de la imagen: periodistasdemorenoenlared.blogspot.com/
Que bueno el blog, segui asi!!
ResponderEliminarBesotes!
Anabella.