viernes, 13 de mayo de 2011

Zumbidos de seducción

(Ambros)
Este semana me preguntaban en twitter por el molesto zumbido de un mosquito. ¿Un problema para dormir? Desde luego. Pero, además, una curiosa paradoja. Si tu objetivo es chupar la sangre de un incauto, ¿por qué avisarle con un zumbido? ¿no sería mucho mejor acercarse sin ser oído?.

Las ventajas de no hacer ruido las conoce muy bien la chinche (Cimex lectularius). Este molesto, y nada inofensivo, insecto esta resurgiendo en los últimos años. Ciudades como Nueva York se enfrentan a una plaga difícil de combatir por la resistencia que han desarrollado a los insecticidas habituales.

Las chinches aparecen sin ser oídas, no te impiden dormir y pueden alimentarse tranquilamente de nuestra sangre. Una irritante picadura suele ser el primer aviso de su presencia.

En comparación, y si olvidamos el riesgo de transmisión de enfermedades, los mosquitos son una molestia menor.

Para empezar, sólo nos pican las hembras y ni siquiera lo hacen para alimentarse. Buscan nuestra sangre cuando quiere reproducirse, ya que contiene las proteínas que necesitan para formar sus huevos.

Nos encuentran rastreando el dióxido de carbono que emitimos al respirar y ciertos productos químicos como el octenol que aparecen en nuestro sudor y pueden oler a gran distancia.

El zumbido que tanto nos molesta, es una consecuencia de su forma de volar.

Dotados de unas alas relativamente pequeñas, necesitan batirlas rápidamente para conseguir suficiente sustentación.

Una mariposa tiene alas mucho mayores y, gracias a eso, su movimiento es más lento, pausado y silencioso. ¿Tendría más éxito una atractiva mariposa chupadora de sangre? Quizás somos afortunados al no saberlo.

Ya que un mosquito no puede volar sin hacer ruido, ha evolucionado para sacarle partido.

Los zumbidos producidos al volar permiten que los mosquitos machos y hembras puedan localizarse. Cada uno utiliza frecuencias distintas, unos 600 herzios para el macho y 400 para la hembra, lo que les permite encontrarse incluso en la oscuridad.

Pero, además de ruidosos y molestos, algunos tipos de mosquitos transmiten enfermedades realmente peligrosas como la fiebre amarilla, el dengue o la malaria. Mientras algunos investigadores desarrollan vacunas y curas, otros se esfuerzan en eliminar al mayor número de mosquitos que sea posible.

Y en este caso, su forma de volar puede ser su perdición. Ya se han construido prototipos de laser - cazamosquitos capaces de diferencia entre distintas especies de mosquito y eliminar solo las peligrosas.

Curiosamente, no utilizan el sonido sino el reflejo parpadeante que se produce al iluminarlos con un LED. Suficiente para detectarlos a 30 metros de distancia y en la oscuridad.

Suficiente para que un láser mas potente pueda eliminarlos, tal y como se ve en este vídeo de Intelectual Ventures.



Ahora tienen que pasar del prototipo de laboratorio a un modelo utilizable en el mundo real. Y, si tienen tiempo, que empiecen a pensar en chinches. Al menos las cucarachas no nos consideran comida…

fuente: http://cienciadebolsillo.com/biologia-humanos-y-naturaleza/zumbidos-de-seduccion/gmx-niv44-con256.htm

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