sábado, 16 de octubre de 2010

…sobre la asociación entre el uso del teléfono móvil y el riesgo de padecer tinnitus



14 de Octubre de 2010
Por Francisco Vargas
Introducción
Un reciente estudio de Hutter et al1 ha valorado la asociación entre el uso del
teléfono móvil y el riesgo de presentar tinnitus o acúfenos. Los autores del estudio
sostienen que los teléfonos móviles deberían ser incluidos en futuras
investigaciones como un factor de riesgo en la presentación de tinitus, y defienden
que la cóclea podría, teóricamente, “absorber” las ondas electromagnéticas.
Algunos medios de comunicación se han hecho eco de este estudio resaltando los
resultados de una forma alarmista. Los titulares de estos medios han sido confusos
y han generado una inquietud injustificada.
El CCARS ha revisado el artículo original con el fin de evaluar sus objetivos, la
metodología utilizada su validez y calidad científica. Una lectura detallada del
artículo permite valorar de forma objetiva la baja calidad científica del estudio.
Consideraciones
Los ruidos o zumbidos en los oídos, conocidos también como tinnitus o acúfenos,
son un síntoma bastante común entre la población. Pueden ser pasajeros o
permanentes, de baja o alta intensidad, de diferente tono, y afectar a uno o los dos
oídos. Los sonidos que la persona afectada escucha son como un silbido, soplo,
rugido, zumbido, sibilancia, susurro o chirrido; y a veces pueden llegar a pensar
que están escuchando el escape del aire, agua corriendo, el interior de una concha
marina o notas musicales.

Generalmente, la percepción del ruido es un hecho subjetivo, aunque hay ocasiones
en que puede ser oído por otras personas, como es el caso de los ruidos producidos
como consecuencia de los aneurismas o espasmos musculares.
Las causas que pueden producir los tinnitus o acúfenos son muy diversas, y entre
las más comunes destacan las siguientes:

Tapón de cerumen
Infecciones
Perforaciones timpánicas
Acumulación de fluidos en oído medio
Cualquier afectación del oído medio
Aneurismas
Neurinoma del acústico
Alergias
Presión arterial alta o baja
Tumores
Diabetes
Problemas tiroideos
Medicamentos: antinflamatorios, antibióticos, sedantes-antidepresivos,
aspirina…. Etc.

La mayoría de los tinnitus se producen por una afectación de las terminaciones del
nervio auditivo en el oído interno. La edad avanzada se acompaña generalmente de
un cierto daño de estas terminaciones con la consiguiente aparición de los ruidos en
los oídos.
La exposición a ruidos de gran intensidad es, probablemente, la causa más
frecuente de tinnitus. Los ruidos industriales, música a gran volumen en espacios
cerrados o el uso de auriculares a gran intensidad son causa de esta afección.
El tratamiento de este tipo de síntomas es diferente en cada caso. Si hay una causa
específica, el acúfeno puede curarse tratando la patología que lo produce. Sin
embargo, en la mayoría de los casos, no hay un tratamiento específico que sea
eficaz para eliminar el ruido.
El trabajo de Hutter es de tipo retrospectivo, es decir, caso-control. Los sujetos
estudiados fueron 100 pacientes que eran atendidos en una consulta externa de
ORL de un Hospital de Viena, a los que se les pasó un cuestionario para conocer el
uso que hicieron del teléfono móvil. Sus edades oscilaron entre los 16 y los 80
años.
A cada caso (persona afectada de tinnitus) se asignó un control (sin tinnitus) de la
misma edad, género y grupo étnico.

Argumentos

Los acúfenos son conocidos desde hace mucho tiempo por los especialistas en
Otorrinolaringología. La descripción de su sintomatología es muy anterior al uso
masivo de la telefonía móvil. Si se revisa la evidencia científica sobre la etiología del
tinnitus, se puede afirmar que, actualmente, se desconoce el mecanismo causal
que lo produce.
No se ha descubierto el mecanismo fisiopatológico que desencadena el tinnitus, por
esta razón, no se dispone de un tratamiento eficaz y las medidas terapéuticas son
meramente paliativas.
Si hubiera alguna asociación entre la exposición a TM y los acúfenos, su prevalencia
debería haber aumentado desde la introducción de la TM. Desde la generalización
del uso de la telefonía móvil a mediados de los años 90, no se ha observado un
incremento significativo, y la realidad es que la prevalencia media de tinitus en la
población occidental es de un 10 %, variando en función de los grupos de edad.
Un criterio esencial de causalidad es que la causa precede al efecto, y en este caso
no se cumple esta condición.
Resulta poco fiable la única referencia bibliográfica que, aparentemente, ha
suscitado la realización de este trabajo. Un criterio básico para abordar una
investigación es fundamentar la hipótesis en investigaciones previas rigurosas que
hayan obtenido resultados verosímiles que puedan ser replicados.
Para justificar la realización de este trabajo se señala que “hay preocupación
porque la exposición a campos electromagnéticos de los teléfonos móviles podrían
ser un riesgo para desarrollar tinnitus”.

La fuente de esta afirmación es una encuesta (sic) que se hizo en La Ñora (Murcia) sobre la percepción subjetiva devecinos que vivían cerca de unas antenas y que rechazaban su instalación.
Una vez revisado este artículo se comprueba que no tiene nada que ver con el uso
de los teléfonos móviles y el tinnitus no se cita ni una sola vez. Obviamente los
resultados obtenidos no aportan nada relevante o novedoso, y se trata de un
cuestionario subjetivo que condiciona las respuestas de personas predispuestas a
atribuir los síntomas señalados en el cuestionario a la presencia de las antenas.
Este trabajo no tiene rigor técnico y carece de validez científica. Los propios autores
después de medir los campos electromagnéticos reconocen que la baja exposición
observada es una de las características de su trabajo (0.2 microvatios/cm2, cuando
el límite del ICNIRP-OMS, UE y el Real Decreto 1066/2001 es de 450
microvatios/cm2 ).

Resulta sorprendente que Hutter et al. justifique un estudio sobre teléfonos móviles
y tinnitus con una encuesta sobre antenas de TM en personas enojadas (y por lo
tanto sesgadas en sus respuestas) por su instalación. El estudio de Hutter no cita
otras investigaciones previas que justifiquen la realización de este estudio.
La asociación observada en usuarios de teléfono móvil durante un período de más
de cuatro años y el padecimiento de tinnitus es puramente anecdótica, y la
conclusión del trabajo es una vaga alusión a que el “tinnitus podría estar asociado
al uso de la TM”, afirmación no justificada por los resultados de este tipo de
estudios.
Se podría proponer un estudio similar sobre otros síntomas de origen
otorrinolaringológico, migrañas, faringitis, laringitis, tapones de cerumen, dificultad
al tragar, otitis externa y media, vértigos vestibulares, hipoacusia… etc., utilizando
la misma población de estudio (personas que asisten a una consulta de ORL
Hospitalaria). Con mucha probabilidad los resultados arrojarían resultados muy
parecidos a los obtenidos en este trabajo.
Estos estudios de encuesta transversal y retrospectiva tienen una escala baja en
términos de causalidad y deben ser interpretados con mucha cautela. Son
numerosos los sesgos de recuerdo de la exposición que están claramente
documentados.

Resulta llamativo que algunos de los medios de comunicación que se hicieron eco
de la publicación de este estudio resaltarán que casi todos los sujetos que
presentaban tinnitus (casos) eran usuarios de teléfonos móviles (84 %) pero no
señalaron que casi todos los sujetos (controles) sin tinnitus también eran usuarios
de estos teléfonos (78 %). En el momento de pasar el cuestionario el 9 2% de lo
casos y el 93 % de los controles declaraban disponer y usar un teléfono móvil.
Los investigadores no observaron diferencias significativas en el riesgo de
desarrollar tinnitus asociado a estas tres variables: haber usado alguna vez el
teléfono móvil, la intensidad del uso y el número de llamadas. Si observaron sin
embargo que el uso del móvil durante un período de 4 años o más estaba asociado
con un aumento del riesgo de desarrollar tinnitus, aunque el dato obtenido estaba
en el límite de la significancia estadística.

Los autores concluyen que los teléfonos móviles deberían ser incluidos en futuras
investigaciones como factor de riesgo de tninitus, pero el tamaño de la muestra es
muy pequeño como para obtener conclusiones consistentes sobre una asociación
entre uso de teléfonos móviles y tinnitus.

Como en otros estudios similares, se observaron serias limitaciones metodológicas
que se refieren esencialmente a:

Sesgos de recuerdo de la exposición. Al preguntar sobre un uso
retrospectivo, es fácil que se produzca una sub o sobre estimación del uso
del teléfono.
Las características técnicas de los teléfonos, y por tanto sus potencias de
emisión, han ido cambiando muy rápidamente con el tiempo, pero los
autores no incluyeron este análisis en su estudio.
No se tuvieron en cuenta otros factores que pueden influir en el desarrollo
de tinnitus, tales como el uso de dispositivos portátiles reproductores de
música o la exposición a ruidos o música muy intensa.

Conclusiones
El estudio no aporta evidencia alguna que sugiera que los teléfonos móviles
aumenten el riesgo de tinnitus, y no se tiene en cuenta uno de los criterios
esenciales que es la causalidad.
Los acúfenos son conocidos desde hace mucho tiempo, y cuando se introdujo la TM
ya eran diagnosticados en la consultas de ORL. En cualquier caso, la prevalencia de
acúfenos en las poblaciones occidentales no se ha incrementado desde la
introducción masiva de la TM.
La conclusión del estudio, basada en una simple conjetura, parece estar orientada a
generar una necesidad de justificar futuras investigaciones sobre las
radiofrecuencias de la TM; mientras ninguna organización competente (OMS,
ICNIPR, SCHENIR; MTHR, AFSSET… etc.) ha sugerido que exista asociación entre la
TM y los acúfenos.
No se ha publicado ningún mecanismo fisiopatológico que permita explicar, con una
mínima verosimilitud, la asociación entre acúfenos y exposición a radiofrecuencias
de TM.

Referencias
1. “TINNITUS AND MOBILE PHONE USE”. (Hutter Hp, Moshammer H, Wallner P et
al. Occup Environ Med (2010). Doi:10.1136/oem.2009.048116. Downloaded from
oem bmj.com on september 20.2010)
Sobre el Autor:
Francisco Vargas es Médico Epidiemólogo. Licenciado en Medicina y Cirugía por la
Universidad Complutense de Madrid. Máster en Salud Pública. Funcionario de
Carrera del Cuerpo de Médicos Asistenciales de la Sanidad Nacional.
Referencias: http://www.ccars.es/sites/default/files/Comentario_CCARS_Tinitus.pdf
Instituto de Magnetismo Aplicado / Apdo. Correos 155 / 28230 Las Rozas, Madrid / www.ccars.es

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