domingo, 2 de agosto de 2009

Juguetes de niños y acufenos





Los juguetes ruidosos no son para oídos delicados


Los juguetes de los niños son frecuentemente muy ruidosos. En algunas ocasiones, constituyen un peligro directo para la capacidad auditiva del niño.



Algunas pistolas y armas de juguete que funcionan con pilas pueden (jugando de forma normal) crear un ruido de entre 110 y 135 dB, el mismo nivel creado por un camión pesado o el producido en un concierto de rock. El ruido, menor aunque constante, de cajas de música y robots (85-95 dB) también puede ser perjudicial.

En muchos lugares de trabajo, se recomienda a los empleados que lleven protectores de oídos cuando los niveles de ruido exceden los 85 dB. Los juguetes ruidosos no son sólo un problema para los niños, también para los padres, ya que frecuentemente encuentran que el ruido es irritante y molesto.

La pérdida de audición inducida por ruido es acumulativa; ocurre de forma gradual a lo largo de los años. Por eso es importante comenzar a proteger la audición del niño a una edad temprana. Debido a los cortos brazos de los niños el juguete ruidoso es potencialmente más peligroso, ya que el niño lo sostiene más cerca del oído. Además, la forma de jugar con los juguetes de los niños no suele cumplir las recomendaciones de uso propuestas por la industria.

Por tanto, es una buena idea, cuando vaya a comprar juguetes, comprobar el ruido que generan, y quizás, elegir otro juguete menos ruidoso. Los padres también pueden inspeccionar el juguete del niño para encontrar la manera de reducir el ruido que produce, buscar los juguetes que no deben usar y cuales son sólo adecuados para usar en el exterior.

A continuación, hear-it ha recopilado algunos prácticos consejos para los padres, donde se incluye información sobre los riesgos potenciales y posibles medidas que se deben tomar para reducir el ruido generado por los juguetes.
Piense en el ruido cuando vaya a comprar juguetes. Si el sonido es demasiado alto para usted, será también demasiado alto para el niño.
Evite comprar los juguetes que advierten no utilizarse cerca de los oídos, ya que los niños lo olvidarán mientras juegan.
Coloque cinta adhesiva en los altavoces para amortiguar y reducir el volumen.
Los instrumentos musicales, los tambores de juguete y las armas con efectos sonoros pueden ser dañinas o al menos, causar irritaciones. En algunos casos, sería mejor reemplazarlos por otros menos ruidosos o restringir su uso para áreas de juego en el exterior.
Los juegos de ordenador pueden ser molestos para las demás personas. Coloque el ordenador del niño en una habitación especial, en lugar de colocarlo en el cuarto de estar o el salón.
Las esterillas y alfombrillas para niños son medios eficientes para reducir el ruido que se produce con los juguetes para construir, legos y mecanos.
El lugar en el que se guardan los juguetes afecta también al nivel de ruido. Las cajas de madera o plástico producen mucho ruido cuando el niño revuelve todo buscando los juguetes o vacía el contenido de las cajas en el suelo. Forre las cajas con fieltro o tela para reducir el ruido. Los juguetes también se pueden guardar en cestos o bolsas de tela.
Además de la seguridad y los aspectos molestos de los juguetes ruidosos, los padres deberían considerar también que los juguetes ruidosos trasmiten la idea a los niños de que la salud auditiva no es importante.

Los efectos perjudiciales de la exposición reiterada a ruidos intensos durante la vida de una persona es algo de lo que deberíamos advertir a nuestros hijos. Educar a los hijos acerca de la importancia de conservar su capacidad auditiva como medida de prevención, y enseñarles hábitos de escucha saludables es simplemente tan importante como concentrarse en la fuente directa de ruido.
Fuentes: "Noisy Toys: Annoying or Harmful?”, The Hearing Review, 2006, "Støj i daginstitutioner - om praktiske/tekniske løsninger til dæmpning af støjen i daginstitutioner og skolefritidsordninger.", Socialministeriet, 2001.(El ruido en las guarderías- soluciones prácticas/técnicas para reducir el ruido en estos centros, Ministerio de Asuntos Sociales de Dinamarca, 2001.) y "Høje lyde fra legetøjshylden", Råd & Resultater nr. 3, 1999 (Ruido desde la estantería de juguetes", Råd & Resultater, 3, 1999, revista danesa del consumidor.)

Algunos de los juguetes infantiles más comunes, como por ejemplo, los sonajeros, juguetes con música, teléfonos y pistolas de juguete son peligrosamente ruidosos, y literalmente deberían mantenerse fuera del alcance de sus supuestos usuarios. Algunos juguetes, si se sujetan muy de cerca, producen un nivel de ruido aun peor que el ruido producido por un avión al despegar, según las mediciones publicadas por la asociación estadounidense League for the Hard of Hearing.

No siempre se encuentran las advertencias adecuadas en los juguetes o en las cajas donde vienen. Las normativas y reglamentos sobre los juguetes y el ruido son inexistentes.

Para los padres o cuidadores de la guardería no siempre es obvio que un juguete es peligroso. En las manos de un adulto, un juguete ruidoso puede parecer un poco ruidoso pero inofensivo, ya que lo sujetan a mayor distancia con sus brazos. Sin embargo, hay que tener presente que los niños tienen los brazos más cortos y una audición sensible y sin madurar. El ruido de un juguete cerca del oído de un niño puede producirle daños severos irreversibles.

La asociación League for the Hard of Hearing señala que muchos de los juguetes ruidosos de hoy día indican en su embalaje que cumplen con los requisitos de seguridad de la Sociedad Americana de Pruebas y Materiales ASTM F963 (American Society for Testing and Materials). Los requisitos de seguridad exponen que los juguetes no deben producir ruidos impulsivos, con un nivel de presión sonoro repentino superior a los 138 decibelios, a una distancia de 25 cm. desde la parte externa del juguete. Esta cifra es más alta que el sonido de un avión a reacción al despegar o el de una taladradora.

La Comisión Estadounidense de Seguridad en Productos de Consumo no trata ninguna normativa con el tema del volumen de los juguetes. Sin embargo, en el lugar de trabajo, los adultos están protegidos por normas de seguridad establecidas por el Departamento de Seguridad y Salud Ocupacional, OSHA (abreviatura inglesa). La OSHA postula que una exposición continua a niveles de ruido por encima de los 85 dB puede, con el tiempo, dañar la capacidad auditiva.

Fuente: League for the Hard of Hearing, 2003.

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